domingo, 26 de abril de 2015

DE INVISIBILIDADES E IMBECILIDADES:


La política fascista del gobierno nacional ha tenido derrotas: La más reciente derrota fue la marcha del 9 de abril por la paz con justicia social, la Asamblea Nacional Constituyente y el cese bilateral de fuegos. La invisibilización de los medios de intoxicación sobre la multitudinaria manifestación los hace cómplices no solamente de vulneración de derechos elementales sobre información sino que aportan con el ocultamiento en un claro favoritismo en la guerra psicológica: el 10 de abril, se cumplía el mes en que Santos ordenó no bombardear campamentos de las FARC pero sí la continuación de operativos. Ante un país que no resuelve sus conflictos sociales, es un país desmemoriado, víctima de su propia auto-destrucción como diría el Libertador por la falta de educación que ha sido negada por la misma oligarquía que trunco el sueño revolucionario, hace más de 200 años. Los medios ocultan y la guerra continúa para sostener el atrasado capitalismo colombiano, sin que, supuestamente, “nadie se de cuenta de nada”.

Es menester desenmascarar los medios de intoxicación puesto que ellos son la correa de transmisión entre el gobierno burgués y el pueblo. De a pocos, al pueblo le queda claro que Santos ya no es el mediador sino que siempre prefiere doblegar a sus “enemigos” con la fuerza pública y luego posar de “amplio” ante los medios.

El ejemplo más alto de la serie de derrotas que le han traído desgaste y deslegitimación al actual gobierno, es la mesa de diálogos de la Habana, Cuba, la cual tuvo su mayor prueba de fuego cuando Santos pretendió patear el diálogo con la excusa de la retención del general Alzate, en diciembre de 2014… pero falló y la mesa se mantiene. De firmarse el cese del conflicto armado habrían grandes avances en los 6 puntos que se han negociado (tema tierras, participación política, democracia y garantías, víctimas, cultivos ilícitos, entre otros). Pero Santos cree que a una insurgencia de 50 años, que no le pudo arrebatar las armas con un ejército desmesurado, ahora lo va hacer a punta de palabra. La contradicción no se encuentra del lado insurgente sino sobre el gobierno como representante de una parte de la oligarquía en la mesa de la Habana. La contradicción es que esa élite hable de paz. La oligarquía colombiana siempre ha usado primero la guerra que la palabra y si hoy está, el gobierno, aún sentado en Cuba, es porque no pudo derrotar la insurgencia, el pueblo se politiza cada vez más y el aislamiento estadounidense por el bloqueo a Cuba y sus acciones en América Latina, no le permiten levantarse de la mesa, ni mucho menos ahora, después de la gran movilización del 9 de abril. Las elecciones de octubre sobre alcaldes y gobernadores tendrán gran peso sobre crear planes alternativos que construyan la paz con justicia social o el continuismo del bolillo y luego la pose mediática santista.

Derrotas que ocultan los medios durante el gobierno Santos, podríamos nombrar unas cuantas: la ley ciudadana se vino abajo a pesar de su componente fascista de dar cárcel hasta por 8 años a quienes generen bloqueos  en calles y carreteras. Igualmente, se cae la careta mediática tanto para la ultra-derecha que con sus diferentes formas de presionar al presidente, demuestra que la “Unidad Nacional” no es cierta, ni siquiera dentro de la misma oligarquía. No se nos olvide que el paro agrario de 2013 tumbó a 5 ministros. Su llama de solidaridad y efervescencia se debe volver a irradiar con las luchas secundaristas y universitarias, en estas últimas, manteniendo lo positivo de la MANE de 2011 y aislar lo que  la llevó a inactivismo, puesto que desde este escenario se le dio un contundente golpe a la pretensiones privatizadoras del actual gobierno al querer incorporar el ánimo de lucro a la educación (como si esta fuese muy barata en el país).

El ejecutivo y los grandes medios han negado el paro minero, de transportadores, estudiantes, trabajadores de la salud, en enero de este año el de los profesores y, actualmente, el de la USO y el de los transportadores, los cuales son invisibilizados por los medios de intoxicación. El gobierno nacional y distrital han llamado “vándalos” a los manifestantes de Bogotá, sin identificar los causantes de tales actos. Muchas de las movilizaciones que entran en confrontación, la mayoría de personas lo hacen para defenderse de la fuerza pública que siempre llega con su monólogo de darse un festín de bolillo, como lo suele hacer los primeros de mayo y en cada movilización social. Pero las derrotas políticas continuarán, aún más porque el país entró en recesión económica y no le espera de otra que anexarse a la crisis capitalista mundial, la cual la habían capoteando vendiendo nuestros recursos estratégicos, los cuales son otro tema que ocultan los mass media, quienes son los verdaderos imbéciles de toda esta parafernalia: El marxismo- leninismo enseña sobre la lucha de clases, donde la crítica a la economía política (junto con el análisis político e ideológico de la correlación de fuerzas entre clases) permite hacer lecturas científicas sobre la sociedad, por lo que no es difícil “predecir” que los 3 años que le restan a Santos es el de un gobierno en caída libre, así lo oculten los medios.

¡QUE VIVA LA LUCHA POR ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE!

¡QUE VIVA LA SOLUCIÓN  POLÍTICA AL CONFLICTO SOCIAL!

¡EXIJAMOS UN CESE BILATERAL AL FUEGO!

¡EXIJAMOS PAZ CON JUSTICIA SOCIAL!

¡ARRIBA LA III MARCHA NACIONAL SECUNDARISTA!

¡ARRIBA LA LUCHA UNIVERSITARIA Y POPULAR!

¡LIBERTAD A LOS PRES@S POLÍTIC@S!

¡LIBERTAD A HUBER BALLESTEROS Y DAVID RABELO!

¡VENCEREMOS!
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