lunes, 17 de agosto de 2009

Vida del Libertador III: 1813- 1815‏

Vida del Libertador III: 1813- 1815‏
1813:

El 8 de enero de 1813, Simón llega al Puerto Nacional de Ocaña con tropas de caballería e infantería. Más un ejército español, acampado cerca de Cúcuta, se prepara para invadir Nueva Granada. Simón sale a su encuentro y el 28 de febrero hasta comienzos de marzo, el ejército neogranadino combate en el Valle de Cúcuta, logrando, el 1° de marzo, ocupar a San Antonio del Táchira. Ese mismo día Bolívar hace una proclama a los soldados de Cartagena y de la Unión y durante este mismo mes es nombrado por el Congreso de la Nueva Granada como Brigadier de los Ejércitos de la Unión y Ciudadano de la Nueva Granada. El 7 de mayo, Bolívar recibe del presidente de la Confederación de la Nueva Granada, Camilo Torres, la autorización para que las tropas neogranadinas que el Libertador comanda, invadan Venezuela. Desde el 14 de mayo, con setecientos hombres, en tan solo tres meses, Bolívar y sus guerreros logran derrotar a seis mil hombres del ejército realista comandados por Monteverde, en la llamada “Campaña Admirable”. El 14 de mayo entra en Mérida donde se le comienza a conocer como “Libertador” y el 31 destaca a Atanasio Girardot, quien es el Comandante en Jefe de la Vanguardia y un guerrero curtido, para tomar Trujillo. Simón, el 8 de junio, hace en Mérida una Proclama que culmina con el anuncio de Guerra a Muerte contra el Imperio Español. El 14 del mismo mes, Bolívar entra a Trujillo y al día siguiente firma el Decreto de Guerra a Muerte y termina con estas palabras: “... Españoles y Canarios: contad con la muerte, aún siendo indiferentes, sino obráis con valor y diligencia en obsequio de la libertad de América. ¡Americanos: contad con la vida aún cuando seáis culpables! En ambos lados, la lucha se establece sin cuartel”. El 24 de junio convoca en Asamblea General al gobierno, municipalidad y notables de la capital y deja instalado el gobierno republicano del la Provincia.

Posteriormente, el 6 de julio, las tropas de Bolívar liberan Barinas y por esos días en los Altos de Niquitao, una columna del ejército patriota, comandada por Ribas, embosca a una división chapetona (española) embistiendo por el frente con la infantería y por la retaguardia con la caballería, hasta derrotarlos. El 28 de junio, Simón hace una nueva proclama a los españoles y canarios en la que los invita a “…gozar de la felicidad de vivir entre nosotros en paz y armonía”. Bate a los realistas en Horeones y el 31 de ese mismo mes vence en Taguanes. Ocupa las ciudades de Barquisimeto, San Carlos y Valencia. El 4 de agosto, Bolívar accede a la proposición del gobernador interino, Manuel del Fierro, para tratar las bases de una capitulación española. El 6 de agosto entra triunfante a Caracas y ese mismo día envía una comisión para tratar una capitulación Y CANJE DE PRISIONEROS con Monteverde, quien se encuentra replegado en Puerto Cabello. El 8 de agosto se dirige al Supremo Congreso de la Nueva Granada participándole del restablecimiento de La República de Venezuela (Segunda República). Más hasta julio de 1814 sería un año muy difícil para los venezolanos hasta el punto de que es catalogado como “Año Terrible de la Historia de Venezuela” por las sucesivas derrotas y desgaste del ejército patriota. El 9 de agosto, Bolívar exclamaría: “Al silencio de los muertos, sucedieron las vivas a la libertad”.

El 6 de septiembre de 1813 se crea el Segundo Decreto de Guerra a Muerte. El 11 del mismo mes, desde la línea donde se comanda el sitio de Puerto Cabello, Simón dispone un decreto para pasar por armas a cuantos defraudaron los caudales de la Renta del Tabaco, vendiendo la especie clandestinamente o dilapidándola con robos y manejos ilícitos. El 20 de septiembre lanza el Manifiesto a las Naciones del Mundo sobre los acontecimientos de Venezuela en los años de 1812 y 1813, el cual contenía la siguiente frase: “... Caracas no sólo ha convidado, sino que desea var -palabra de la época- entrar por sus puertos a los hombres útiles que vengan a buscar asilo entre nosotros, y a ayudarnos con su industria y sus conocimientos sin inquirir cuál sea la parte del mundo que les haya dado la vida”. Cinco días más tarde es nombrado por el Congreso de la Nueva Granada como Mariscal de Campo de la Unión. El 30 de septiembre combate en Bárbula enfrentando a los hombres realistas comandados por José Tomás Boves que han logrado salir del cerco patriota. Bolívar envía 3 columnas comandadas por Girardot para el encuentro con los españoles y cuando estaba triunfante el ejército patriota, es atravesado por una Lanza el comandante Girardot, quien queda herido de muerte... reina la confusión en ambos ejércitos pero los realistas se reorganizan y vuelven a Puerto Cabello. Bolívar hace un Decreto de Honores para honrar la memoria de Girardot y ordena arrancar su corazón del pecho el cual es depositado, el 14 de octubre, con gran solemnidad y con honores militares en la Capilla de la Santísima Trinidad de la Catedral de Caracas. El corazón fue escoltado militarmente y era esperado por Bolívar, el gobernador Mendoza, el general Ribas y otros solemnes patriotas en la Plaza de Capuchinos. Ese mismo día es aclamado Simón Bolívar por la Municipalidad de Caracas como Capitán General de los Ejércitos de Venezuela y el gobernador Mendoza proclama el sobrenombre de <> como don de la patria agradecida. Durante el 18 de octubre pronunciaría: “... Libertador de Venezuela: título más glorioso y satisfactorio para mí que el centro de todos los imperios de la tierra [...] la ley del deber, más poderosa para mí que los sentimientos del corazón...”. El 22 de octubre, como recompensa al ejército, crea la Orden de los Libertadores.

El 14 de noviembre, desde San Carlos, el Libertador le solicita al general Mariño con urgencia el concurso de las Fuerzas de Oriente puesto que el jefe español, José Tomás Boves, ha logrado reunir un poderoso ejército integrado por ágiles guerreros llaneros con los que ha vencido a varias columnas patriotas y guarniciones de Maracaibo y de Coro, arrasando con cuanto patriota se encuentren y ahora van rumbo a Caracas. Desde el 23 al 25 de noviembre se dan combates en Virginia, sufriendo el ejército patriota duras derrotas cerca de Barquisimeto. Más el 5 de noviembre se da la Batalla de Araure, en la que en el momento definitivo de la confrontación, Bolívar, que estaba al frente de la caballería, se lanza a la carga con sus hombres y pone la situación a favor de los patriotas. El 10 de diciembre, con motivo del triunfo de Araure y en símbolo de buena voluntad para negociar se deja en libertad, en Caracas, a 177 españoles prisioneros, de manera unilateral por parte del ejército bolivariano. El 29 del mismo mes, Simón y su ejército vuelven a Caracas y da orden de construir una ciudadela en el centro de la ciudad para asegurar el terreno cuando las tropas estuviesen en campaña.

1814:

El 2 de enero de 1814 se realiza la Asamblea Popular en Caracas, en la iglesia de San Francisco. Bolívar es proclamado por unanimidad Jefe Supremo de Venezuela y proclama un vibrante discurso en el que recomienda formar un gran Estado con todos los países latinoamericanos que, unido a la nación del Norte, estableciera un equilibrio del universo. Pronuncia frases célebres como: “... la Hacienda Nacional no es de quien os gobierna. Todos los depositarios de vuestros bienes deben demostraros el uso que han hecho de ellos”, (entendiendo Hacienda como erario público); “Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del gobierno; es el defensor de la libertad”; “No envainaré jamás la espada mientras la libertad de mi patria no esté completamente asegurada. Huíd del país donde uno solo ejerza todos los poderes: es un país de esclavos”; “Yo desprecié los grados y las distinciones. Aspiraba a un destino más honroso: derramar mi sangre por la libertad de mi patria”; “Huí de la tiranía, no para ir a salvar mi vida, ni esconderla en la oscuridad, sino para exponerla en el campo de batalla, en busca de la gloria y de la libertad”.

El 28 de enero se suspende la Guerra a Muerte, pero los acontecimientos obligan al ejército patriota a practicarla puesto que el enemigo realista se acerca a la capital. El Libertador arenga a sus tropas: “¿Podrían ser infamados esos venezolanos invencibles, terror de la España, honor de América, admiración del mundo?... ¡Armaos!, ¡Seguid a vuestro jefe que os ha conducido siempre a la victoria!”. El 3 de febrero se la Primera Batalla de La Puerta, en la garganta de Bocachica, cuando el general Mariño llega a la cabeza de un ejército patriota y se enfrenta con Boves hasta derrotarlo, en una jornada que se extendería hasta la noche. El 7 de febrero, Simón publica en “La Gaceta de Caracas” un artículo sobre los sucesos acontecidos en Europa para tranquilizar al público caraqueño y neogranadino que siente la cruel contraofensiva realista en tierras americanas. El 12 de febrero se da la Batalla La Victoria, en Venezuela. El 13 de marzo Simón proclamaría: “Los tiranos no pueden acercarse a los muros invencibles de Colombia sin expirar con su impura sangra la audacia de sus delirios”. Entre el 13 y el 15 de febrero fueron ejecutados 518 españoles en el puerto de La Guaira y 300 en Caracas al no establecerse un cambio de prisioneros ni un alto al fuego. El 20 del mismo mes, Bolívar y sus hombres salen de Valencia a San Mateo, a marchas forzadas, con su Estado Mayor hasta que lograr llegar al día siguiente. El 24 exclamaría: “todos los pueblos del mundo que han lidiado por la Libertad han exterminado al fin a sus tiranos”. El 28 de abril se da la Primera Batalla de San Mateo y en los días siguientes hay combates muy parciales, logrando resistir el ejército patriota por casi un mes. Durante el 15 de marzo surge un decreto del Estado de Cartagena declarando al Libertador como Hijo Benemérito de la Patria. El 17 del mismo mes, hay una acción en la Punta del Monte y el 25 se da la última batalla de San Mateo, ciudad que es tomada por los españoles pero cuando estos iban hacia la casa donde se encontraban las municiones del ejército patriota, Antonio Ricaurte da la orden de desalojar y se inmola a la espera de los realistas, acción que hace que cambie el curso de la batalla. Mientras ocurrían las batallas de San Mateo, Valencia es sitiada por los realistas. La orden de Bolívar al general Urdaneta es clara: <>... y Urdaneta cumple. En medio de las persecuciones a Boves y sus hombres, quienes han sido derrotados por el general Mariño, el 1° de abril, Simón y sus hombres liberan a 1500 prisioneros de guerra patriotas quienes eran arreados por el ejército de Boves a punta de latigazos. El 3 de abril llegaría Bolívar y sus tropas para finiquitar la liberación de Valencia. Dos días más tarde se encontrarían Mariño y Simón Bolívar en La Victoria. El 13 de abril, el Libertador exclamaría: “Yo no he contraído otro mérito que el de adquirir para nuestras armas el triunfo mayor que pueda adornarlas: perdonar a sus enemigos después de habernos vencido”. El 28 del mismo mes, llega a Caracas y publica en la Gaceta el artículo <>, tratando de alentar al público.

El 4 de mayo, Simón Bolívar envía ante el Gobierno de Su Majestad Británica (S.M.B. en muchos libros) a Lino Clemente y Juan Robertson a participar de la independencia de Venezuela y solicitar su reconocimiento. Trece días después se da el combate de Guataparo y el 28 la Primera Batalla de Carabobo. El 15 de junio, Simón Bolívar y el general Mariño son derrotados en la Segunda Batalla de La Puerta. El 17, al llegar a Caracas, Simón decreta la Ley Marcial e inmediatamente despacha a Barbados al Dr. Pedro Gual, William Watson y George Robertson a solicitar de un Almirante inglés 2000 fusiles, 2 baterías de campaña y 1000 hombres para defender a Caracas de las facciones realistas. Al día siguiente, se realiza otra asamblea popular en Caracas. Posteriormente, el 6 de julio, para asegurar los intereses del Estado, se envía a La Guaira el tesoro y la plata labrada en las iglesias. El 7, gran parte de la población de Caracas y del centro de la provincia emprenden la retirada hacia Oriente, vía de Río Chico hasta Barcelona, lugar al que llegarían el 2 de agosto. Este éxodo es producido por las crueldades del ejército realista que en pocos meses asesinó a más de veinte mil neogranadinos y venezolanos. Son dirigidos por Simón y acompañados por 1200 hombres bajo el mando de Leandro Palacios y Carlos Soubblette. A su llegada, El Libertador envía a Martín Tovar Ponte a las Colonias por armas y municiones. Quince días después se da la Batalla de Villa de Aragua de Barcelona, en la que se derrota al ejército patriota. El 25 de agosto Mariño envía a bordo de la cuadrilla del pirata italiano Bianchi armas y municiones y 24 cajones de plata de las iglesias de Caracas, los cuales fueron embarcados previamente, el 7 de julio, en la goleta de Felipe Esteves. Bolívar se embarca en la misma nave del pirata. Luego, el 28 de agosto, llegan a Porlamar pero son rechazados a punta de cañonazos por los hombres de Manuel Piar, quien se ha insubordinado, junto con Ribas, contra Bolívar y el general Mariño. Ante la grave situación, al día siguiente, no les queda de otra a Bolívar y a Mariño que negociar con el pirata Bianchi para que devuelva el tesoro, logrando tan solo una tercera parte del mismo.

El 3 de septiembre llegan Bolívar, Mariño y sus hombres a Curúpano, desterrados por Ribas y por Piar. El 7 de septiembre Bolívar publica su célebre manifiesto en el cual habrían frases como: “Así como la justicia, la audacia de haberla emprendido, la imposibilidad de su adquisición califica la insuficiencia de los medios.”; “... dichisísimo aquel que corriendo por entre los escollos de la guerra, de la política y de las desgracias públicas, preserva su honor intacto...”; “La victoria conducida por la justicia fue siempre nuestra guía...”; “...no es lo asequible lo que se debe hacer, sino aquello a que el derecho nos autoriza.”; “...no son los hombre vulgares los que pueden calcular el eminente valor del reino de la libertad...”; “Dios concede la victoria a la constancia”. Esa misma noche, pistola en mano, Simón y Mariño se dirigen al muelle y se embarcan en el “Indio Libre” y “La Culebra”, al mando de Felipe Esteves, para salir al día siguiente rumbo a Cartagena, ciudad a la que llegan el 19 del mismo mes. El 20, el Libertador, se dirige al Congreso de la Nueva Granada para explicar los sucesos en Venezuela. Un mes después, el 27 de octubre, dirige una proclama en Ocaña a los soldados de Venezuela refugiados en la Nueva Granada y el 12 de noviembre, en Pamplona, realiza otra proclama a la División Urdaneta en la cual se consigna la siguiente frase: “Para nosotros la patria es la América... nuestra enseña, la independencia y la libertad!”. El 24 de noviembre, Simón se presenta de nuevo al Congreso de la Nueva Granada. Explica su conducta. El Presidente Camilo Torres le dice: “Vuestra Patria no ha perecido mientras exista vuestra espada. Habéis sido un militar desgraciado, pero sois un gran hombre”. Tres días más tarde, el gobierno de la Nueva Granada asciende al Libertador a General de División y le encarga someter al Estado de Cundinamarca a la Unión Granadina. Es otra exitosa campaña bolivariana: el 8 de diciembre, al llegar al campo de Techo (hoy Kennedy, donde es Mundo Aventura) se dirige al presidente de Cundinamarca expresándole ideas conciliadoras del liberalismo como separación entre Estado e iglesia, sin olvidar la Unidad de Mando como parte de la táctica (“método”) y estrategia (“objetivo final”) bolivariana: “El Cielo me ha destinado para ser el libertador de los pueblos oprimidos, y así jamás seré el conquistador de una sola aldea. Nuestro objeto es unir la masa, bajo una misma dirección, para que nuestros elementos se dirijan al fin único de restablecer el Nuevo Mundo en sus derechos de libertad e independencia”; “Como amo la libertad tengo sentimientos nobles y liberales, y si suelo ser severo, es solamente con aquellos que pretenden destruirnos”; “Mi ambición se limita a libertar a mi país y a ser estimado como hombre de bienes coetáneos”. Dos días más tarde, el Libertador y sus hombres emprenden la marcha sobre la ciudad de Santa Fe (Bogotá). El 12 de diciembre, capitula el gobierno local. El 17, Simón, diría la siguiente consigna: “...aunque la guerra es el compendio de todos los males, la tiranía es el compendio de todas las guerras.”. El 24 del mismo mes, el Libertador dirige una carta a García Rovira, le comenta su plan de libertar a Venezuela y volver por Cúcuta a libertar el Sur hasta Lima.

1815:

El 23 de enero, Simón es nombrado Capitán General de la Confederación de la Nueva Granada. Se despide de los bogotanos para marchar hacia Cartagena y libertar Venezuela. Pronuncia frases como frases como “...para el logro del triunfo siempre ha sido indispensable pasar por la senda de los sacrificios. La justicia es la reina de las virtudes republicanas, y con ella se sostienen la igualdad y la libertad...”; “...el Cielo nos ha dado la libertad para la conservación de la virtud y la obtención de la patria de los justos”. El 9 de febrero, pronunciaría: “En las guerras civiles es política ser generoso, porque la venganza progresivamente se aumenta”; “Yo sigo la carrera gloriosa de las armas sólo por obtener el honor que ellas dan. Por libertar a mi patria y por merecer las bendiciones de los pueblos”; “Para juzgar de las revoluciones y sus actores, es menester observarlos muy de cerca y juzgarlos desde muy lejos”. El 10 de marzo se detiene en Mompox para recibir los elementos necesarios para su campaña. El 14 del mismo mes, pasa a Sambrano y se encuentra con Torices. Diez días más tarde, en Turbaco, discute con el gobernador del Estado de Cartagena quien le niega las armas y pertrechos necesarios para continuar la campaña debido que hay recelos y algunos piensan que Bolívar quiere erigirse dictador. En vista de la hostilidad y para evitar una guerra civil, Simón Bolívar renuncia al mando pero una junta de jefes y de oficiales del ejército, tanto granadinos como venezolanos, rechazan la renuncia. Más lo anterior no impide a el Libertador avanzar y tomar el Cerro de la Popa, así como la plaza de Cartagena para el día 4 de abril.

El 8 de mayo diría: “Cualquiera que sea mi suerte en lo adelante, mi último suspiro será por mi país”; “...cualesquiera que sean los días que a Providencia me tenga destinados, todos hasta el último serán empleados en servicio de la América”; “El sacrificio del mando, de mi fortuna, de mi gloria futura, no me ha costado esfuerzo alguno. Me es tan natural preferir la salud de la República a todo, que cuanto más dolor sufro por ella tanto más placer interior recibe mi alma”; “¡Dichosos vosotros que vais a emplear el resto de vuestros días por la libertad de la patria!”. El 19 de mayo escribe su primera carta política a Hislop. Posteriormente, el 27 del mismo mes, pronunciaría: “Mi constancia y mis deseos por el bien de la Patria me harán emprenderlo todo, trabajar incesantemente por él, sin reparar en la dificultades”; “Amo la libertad de la América más que mi gloria propia; y para conseguirla no he ahorrado sacrificios”. Mientras esto ocurre llega una escuadra de Pablo Morillo, general realista, a Venezuela. El 10 de julio, el Libertador hace una exposición ante el Presidente de la Nueva Granada de los motivos de su separación del ejército, afirmando que: “El que abandona todo por ser útil a su país, no pierde nada, y gana cuanto le consagra”.

El 22 de agosto, después de leer de periódicos ingleses, el Libertador aconseja al Presidente de las Provincias Unidas de la Nueva Granada, Camilo Torres, sobre no recibir a Napoleón, quien se encontraba buscando asilo en países de América, puesto que “cualquiera que sea su elección, ese país será destruido con su presencia.”. El 6 de septiembre escribiría una carta sobre el porvenir de América española en la que contiene: “¿hasta dónde se puede calcular la trascendencia de la libertad del hemisferio de Colón? Yo deseo más que otro alguno ver formar en América las más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria.”; “En las administraciones absolutas no se reconocen límites en el ejercicio de las facultadas gubernativas... un pueblo es esclavo cuando el gobierno, por su esencia o por sus vicios, huella y usurpa los derechos del ciudadano o súbdito.”; “...la masa física se equilibra con la fuerza moral... el interés bien entendido de una República se circunscribe en la esfera de la conservación, prosperidad y gloria”; “Como ésta mi patria, tengo derecho incontestable de desearle lo que en mi opinión es mejor... pienso que los americanos, ansiosos de paz, ciencias, artes, comercio y agricultura, preferirían las repúblicas a los reinos...”; “Seguramente la unión es la que nos falta para completar la obra de nuestra regeneración. El alma de un siervo rara vez alcanza a apreciar la sana libertad: se enfurece en los tumultos, o se humilla en las cadenas.”; “Yo diré a Usted lo que puede ponernos en actitud de... fundar un gobierno libre: es la unión, ciertamente; más esta unión no nos vendrá por prodigios divinos sino por efectos sensibles y esfuerzos bien dirigidos”. Posteriormente, el 28 del mismo mes diría: “Nuestras discordias tienen su origen en la dos más copiosas fuentes de calamidad pública: la ignorancia y la debilidad. Es cierto que el peso de la libertad es liviano, pero también es difícil mantenerlo aún en las naciones más cultas y civilizadas.”; “Cuando los partidos carecen de autoridad, ora por falta de poder, ya por el triunfo de sus contrarios, nace el descontento y los debilita; los jefes subdividen la causa en las tantas partes cuantas son ellos”; “Estamos autorizado, pues, a creer que todos los hijos de la América española, de cualquier color o condición que sean, se profesan un afecto fraternal recíproco, que ninguna es capaz de alterar”.

El 2 de diciembre se ofrece socorrer a Cartagena del asedio de Pablo Morillo, a pesar de las diferencias con los líderes cartageneros: “Un americano no puede ser mi enemigo ni aún combatiendo contra mí bajo las banderas de los tiranos”, proclamaría en la misma fecha. El 10 de diciembre, Simón se salva milagrosamente del puñal de el negro Pío, quien fue disuadido por los realistas para asesinar al Libertador mientras duerme en su hamaca (nunca dormía en camas; gran parte de su vida la pasó lejos del suelo: montado a caballo o en sus hamacas en las que no solo durmió sino en las que también planeó batallas, países, discursos políticos y varios amoríos)... pero providencialmente quien dormía era José Félix Amestoy, quien resulta asesinado. Para el 18, Simón, se embarca en el corsario “La Popa” rumbo a Cartagena pero en alta mar, gracias al pirata “Barbe- en- Fume”, se entera de la capitulación de la plaza y se devuelve, pero al día siguiente hace rumbo hacia Haití para reunirse con el Capitán y Presidente Luis Brión, puesto que el pirata informa que Morillo deja en el asta la bandera tricolor para engañar las embarcaciones patriotas pero aún así muchas han logrado escapar con personas dispuestas a la causa liberadora. El 25, desembarca en los Cayos de San Luis y el 31 llega en la noche a Puerto Príncipe, capital de la isla.