martes, 25 de febrero de 2014


Esmad ANTICONSTITUCIONAL
(UNA RAZÓN MÁS PARA RESPALDAR LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE)





  
En el marco de la situación política que vive el país, en relación con los Diálogos de Paz que se llevan a cabo actualmente en la isla de la Dignidad, entre las FARC-EP y el gobierno Santos, y teniendo en cuenta la naturaleza histórica y el carácter social del conflicto, conllevan a que su solución no pueda limitarse a los acuerdos entre las fuerzas insurgentes y los delegados por el presidente, sino que involucra necesariamente al conjunto de la sociedad; Por lo tanto, resulta pertinente y necesario participar activamente en la construcción de los profundos cambios que requiere el país con miras a una Colombia más democrática que propenda por el buen vivir.

 
Por esta razón, un tema que cobra bastante importancia para garantizar el libre ejercicio de nuestros Derechos Humanos y constitucionales, es el desmonte del aparato represor al servicio de la institucionalidad, al que comúnmente se le conoce con el nombre de Esmad; el cual va en contravía del artículo constitucional en el que fundamenta su creación : art.218…la policía nacional…cuyo fin primordial es el mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los Derechos y Libertades públicas, y para asegurar que los habitantes en Colombia convivan en paz.

La misión que cumplen

En contraste con lo anterior, el escuadrón del terror desempeña el papel de cancerberos de los políticos que no representan los intereses del Pueblo pero que sí lo condenan (esos mismos que exigen respeto de la dignidad humana pero que son ellos los que la pisan con cada nueva reforma), ya que es bien sabido por la sociedad colombiana que, el modo de operar de los uniformados que componen este cuerpo represor, atenta primeramente en contra del derecho constitucional que garantiza el uso de la protesta en lugares públicos (art.37), realizando cuanta artimaña se le ocurre con el objetivo de deslegitimar toda manifestación pacífica, llegando inclusive a infiltrar a algunos de sus integrantes en ellas, para provocar desmanes y con esto justificar su accionar violento y desproporcionado en contra de la población civil.

Paradójicamente, los uniformados disfrazados de robocop que integran el Esmad, en sus diferentes intentos por atemorizar a la población, desconocen por completo los Derechos Humanos que supuestamente están llamados a defender, cometiendo siniestros abusos, que no pueden tener calificativos menores a criminales e inhumanos.

Con base en esto, el intento de power rangers al que la policía dio el nombre de Esmad, significa una amenaza permanente para que los habitantes de Colombia convivan en Paz, puesto que son los más empeñados en hacer que No se cumplan las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas.

¿Será que les gustaría algo de justicia divina?

Si se hiciera una revisión de las irreversibles consecuencias que deja en los cuerpos de las personas que son víctimas del uso excesivo de la violencia del Esmad, y teniendo en cuenta que la institución de la que hacen parte se declara creyente en Dios, resultaría interesante apelar al principio jurídico de justicia retributiva que aparece en el Éxodo del antiguo testamento, mejor conocida como ley del Talión (ojo por ojo, diente por diente), aplicando a los policías una pena idéntica por los delitos que cometen, por lo que podríamos citar ejemplos tales como:

*Ser arrojado desde un puente peatonal.
*La pérdida de los ojos y las mutilaciones de las extremidades a causa de los explosivos ilegales, mejor conocidos como recalzadas, que utiliza el Esmad.
*Dispararle un gas lacrimógeno en el rostro desde una distancia de un metro.
*O como en el caso de la tortura a un estudiante boyacense que se solidarizó con el Paro Nacional Agrario, al que el Esmad arbitrariamente privó de su libertad encerrándolo dentro de una tanqueta, mientras varios uniformados lo golpeaban en repetidas ocasiones, provocándole una herida de gravedad en la cabeza, posteriormente le arrojan gas pimienta en los ojos y en la boca, y no saciando su ambición de provocar daño, intentan violarlo con un bolillo y amenazan con arrojarlo por un barranco de aproximadamente 25 metros de altura.

Esmad = No garantía de los principios y derechos fundamentales

Arbitraria y sínicamente, las fuerzas armadas del Estado, por medio de su entramado legislativo, logran pasar por alto el artículo cuarto de la constitución, en el cual se establece que: La constitución es norma de normas. En todo caso de incompatibilidad entre la Constitución y la ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales; lo cual representa un  peligro inminente para la sociedad colombiana al ver como se continúa permitiendo que las fuerzas armadas se constituyan en verdaderos mercenarios al servicio del gobierno de turno.

Si la Paz es un Derecho y un deber de obligatorio cumplimiento, como lo reza la constitución en su art.22,  y si fuera cierto que la policía nacional desea que los colombianos vivamos en Paz, lo más lógico y coherente que tendría que hacer es desmontar ese aparato represor, al que recurriendo a eufemismos para hacerlos inmunes a la constitución, denominan como fuerza de acompañamiento y contención, y con esto estarían facultados por las leyes para burlar y pasar por encima, tanto del art.22 de la constitución, como de los art.11., 12. y 37.; Sumado a lo anterior, el blindaje que les profiere la ley, también los protege cuando se les denuncia por los actos de terrorismo que realizan, cuando cometen hechos vandálicos al destrozar las pertenencias de los manifestantes, orinándoles la comida o arrojándole gasolina, cometiendo robos y saqueos, o asesinando, disparando armas de fuego contra personas armadas únicamente de valentía.  
   
Art. 11:El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte.
 Art.12:Nadie será sometido  a desaparición forzada, a torturas ni a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
Art.13 :…el Estado protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan.
Art:37:Toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y pacíficamente.

¿Con nuestros impuestos están financiando el negocio de la guerra?

Colombia es considerada el cuarto país en el mundo que más gasta en comprarle a la empresa Combined Systems, y es que la policía nacional no escatima en gastos para suministrar a los integrantes del Esmad lo que ellos llaman “municiones tácticas y dispositivos de control de masas” o “armas no letales”:

* $27.183: Cada cartucho de gas lacrimógeno (a pesar de que la ONU lo clasifica como un arma química).
* $43.880: Cada granada de humo blanco.
* El gobierno nacional a través de la policía nacional firmó un contrato en 2007 con los representantes legales de Combined Systems por US $2.262.936, y ese contrato ha sido extendido y adicionado hasta nuestros días, en cantidades multimillonarias.


*Otro contrato del fondo rotatorio de la policía, indica que Colombia le compró a Combined Systems, fusiles lanza gases por $242.604.960.

 

Conviene recordar que ese dinero proviene de los bolsillos de los colombianos, es decir, que pagamos para que el Esmad nos reprima brutalmente cada vez que nos vemos obligados a salir a las calles a manifestar nuestro inconformismo, a visibilizar nuestras justas luchas, nuestras justas exigencias y reclamos, por lo que cabe resaltar la heroica resistencia de colombianas y colombianos a pesar de todas las dificultades a las que se enfrentan en las repetidas ocasiones en que la única respuesta hostil que les da el gobierno opresor es la militarización y la violencia ilimitada del Esmad.

El ministerio de guerra ha dejado claro que así como no escatiman en gastos para que nunca venzamos a la resignación que nos mantiene sumisos pretendiendo que ignoremos la indignación que nos produce este mal gobierno de más de 500 años, tampoco escatiman en realizar acciones criminales, como si se sintieran orgullosos de ser un enemigo del Pueblo, invitándonos a respetar y tolerar a punta de bolillo y patadas.

Además, resulta particularmente curioso que el Estado Colombiano alardee de ser garante y protector de los Derechos Humanos pero casualmente se les olvida mencionar – también como un derecho fundamental en la actual constitución – que la violación a los Derechos Humanos puede ser causal de compeler – al Pueblo – al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión (Preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos). Por lo que es responsabilidad de todos los colombianos reivindicar nuestros derechos y libertades.

Por una Colombia en Paz

Consecuentemente, el aparato represor conocido comúnmente con el nombre de Esmad, no tendría cabida en una Colombia verdaderamente democrática que anhela la Paz con Justicia social; porque cabría recordarles a los uniformados que el respeto es mutuo o si no se llama violencia, que nada justifica su accionar delictivo e inhumano, que aquella recortada consigna maquiavélica, de la cual ellos se valen, de que el fin justifica los medios, no seguirá siendo soportada, porque para ellos el fin es que obedezcamos ciegamente para que sigan gobernando los mismos igual de mal.

Si los señores de saco y corbata que dicen representar los intereses del pueblo realmente están comprometidos con la Paz, lo correcto es que no cohíban nuestros Derechos y Libertades imponiéndonos a los indeseables para cualquier democracia: el Esmad.