La política fascista del gobierno nacional ha tenido
derrotas: La más reciente derrota fue la marcha del 9 de abril por la paz con
justicia social, la Asamblea Nacional Constituyente y el cese bilateral de
fuegos. La invisibilización de los medios de intoxicación sobre la
multitudinaria manifestación los hace cómplices no solamente de vulneración de
derechos elementales sobre información sino que aportan con el ocultamiento en
un claro favoritismo en la guerra psicológica: el 10 de abril, se cumplía el
mes en que Santos ordenó no bombardear campamentos de las FARC pero sí la
continuación de operativos. Ante un país que no resuelve sus conflictos
sociales, es un país desmemoriado, víctima de su propia auto-destrucción como
diría el Libertador por la falta de educación que ha sido negada por la misma
oligarquía que trunco el sueño revolucionario, hace más de 200 años. Los medios
ocultan y la guerra continúa para sostener el atrasado capitalismo colombiano,
sin que, supuestamente, “nadie se de cuenta de nada”.
Es menester desenmascarar los medios de intoxicación puesto
que ellos son la correa de transmisión entre el gobierno burgués y el pueblo.
De a pocos, al pueblo le queda claro que Santos ya no es el mediador sino que
siempre prefiere doblegar a sus “enemigos” con la fuerza pública y luego posar
de “amplio” ante los medios.
El ejemplo más alto de la serie de derrotas que le han
traído desgaste y deslegitimación al actual gobierno, es la mesa de diálogos de
la Habana, Cuba, la cual tuvo su mayor prueba de fuego cuando Santos pretendió
patear el diálogo con la excusa de la retención del general Alzate, en
diciembre de 2014… pero falló y la mesa se mantiene. De firmarse el cese del
conflicto armado habrían grandes avances en los 6 puntos que se han negociado
(tema tierras, participación política, democracia y garantías, víctimas,
cultivos ilícitos, entre otros). Pero Santos cree que a una insurgencia de 50
años, que no le pudo arrebatar las armas con un ejército desmesurado, ahora lo
va hacer a punta de palabra. La contradicción no se encuentra del lado
insurgente sino sobre el gobierno como representante de una parte de la
oligarquía en la mesa de la Habana. La contradicción es que esa élite hable de
paz. La oligarquía colombiana siempre ha usado primero la guerra que la palabra
y si hoy está, el gobierno, aún sentado en Cuba, es porque no pudo derrotar la
insurgencia, el pueblo se politiza cada vez más y el aislamiento estadounidense
por el bloqueo a Cuba y sus acciones en América Latina, no le permiten
levantarse de la mesa, ni mucho menos ahora, después de la gran movilización
del 9 de abril. Las elecciones de octubre sobre alcaldes y gobernadores tendrán
gran peso sobre crear planes alternativos que construyan la paz con justicia
social o el continuismo del bolillo y luego la pose mediática santista.
Derrotas que ocultan los medios durante el gobierno Santos,
podríamos nombrar unas cuantas: la ley ciudadana se vino abajo a pesar de su
componente fascista de dar cárcel hasta por 8 años a quienes generen
bloqueos en calles y carreteras.
Igualmente, se cae la careta mediática tanto para la ultra-derecha que con sus
diferentes formas de presionar al presidente, demuestra que la “Unidad
Nacional” no es cierta, ni siquiera dentro de la misma oligarquía. No se nos
olvide que el paro agrario de 2013 tumbó a 5 ministros. Su llama de solidaridad
y efervescencia se debe volver a irradiar con las luchas secundaristas y
universitarias, en estas últimas, manteniendo lo positivo de la MANE de 2011 y
aislar lo que la llevó a inactivismo,
puesto que desde este escenario se le dio un contundente golpe a la
pretensiones privatizadoras del actual gobierno al querer incorporar el ánimo
de lucro a la educación (como si esta fuese muy barata en el país).
El ejecutivo y los grandes medios han negado el paro minero,
de transportadores, estudiantes, trabajadores de la salud, en enero de este año
el de los profesores y, actualmente, el de la USO y el de los transportadores,
los cuales son invisibilizados por los medios de intoxicación. El gobierno
nacional y distrital han llamado “vándalos” a los manifestantes de Bogotá, sin
identificar los causantes de tales actos. Muchas de las movilizaciones que
entran en confrontación, la mayoría de personas lo hacen para defenderse de la
fuerza pública que siempre llega con su monólogo de darse un festín de bolillo,
como lo suele hacer los primeros de mayo y en cada movilización social. Pero
las derrotas políticas continuarán, aún más porque el país entró en recesión
económica y no le espera de otra que anexarse a la crisis capitalista mundial,
la cual la habían capoteando vendiendo nuestros recursos estratégicos, los
cuales son otro tema que ocultan los mass media, quienes son los verdaderos
imbéciles de toda esta parafernalia: El marxismo- leninismo enseña sobre la
lucha de clases, donde la crítica a la economía política (junto con el análisis
político e ideológico de la correlación de fuerzas entre clases) permite hacer
lecturas científicas sobre la sociedad, por lo que no es difícil “predecir” que
los 3 años que le restan a Santos es el de un gobierno en caída libre, así lo
oculten los medios.
¡QUE VIVA LA LUCHA POR ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE!
¡QUE VIVA LA SOLUCIÓN
POLÍTICA AL CONFLICTO SOCIAL!
¡EXIJAMOS UN CESE BILATERAL AL FUEGO!
¡EXIJAMOS PAZ CON JUSTICIA SOCIAL!
¡ARRIBA LA III MARCHA NACIONAL SECUNDARISTA!
¡ARRIBA LA LUCHA UNIVERSITARIA Y POPULAR!
¡LIBERTAD A LOS PRES@S POLÍTIC@S!
¡LIBERTAD A HUBER BALLESTEROS Y DAVID RABELO!
¡VENCEREMOS!
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