Esmad ANTICONSTITUCIONAL
(UNA RAZÓN MÁS
PARA RESPALDAR LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE)
En el marco de la
situación política que vive el país, en relación con los Diálogos de Paz que se
llevan a cabo actualmente en la isla de la Dignidad, entre las FARC-EP y el
gobierno Santos, y teniendo en cuenta la naturaleza histórica y el carácter
social del conflicto, conllevan a que su solución no pueda limitarse a los
acuerdos entre las fuerzas insurgentes y los delegados por el presidente, sino
que involucra necesariamente al conjunto de la sociedad; Por lo tanto, resulta
pertinente y necesario participar activamente en la construcción de los
profundos cambios que requiere el país con miras a una Colombia más democrática
que propenda por el buen vivir.
Por esta razón, un
tema que cobra bastante importancia para garantizar el libre ejercicio de
nuestros Derechos Humanos y constitucionales, es el desmonte del aparato
represor al servicio de la institucionalidad, al que comúnmente se le conoce
con el nombre de Esmad; el cual va en contravía del artículo constitucional en
el que fundamenta su creación : art.218…la
policía nacional…cuyo fin primordial es el mantenimiento de las condiciones
necesarias para el ejercicio de los Derechos y Libertades públicas, y
para asegurar que los habitantes en Colombia convivan en paz.
La misión que
cumplen
En contraste con lo
anterior, el escuadrón del terror desempeña el papel de cancerberos de los
políticos que no representan los intereses del Pueblo pero que sí lo condenan (esos
mismos que exigen respeto de la dignidad humana pero que son ellos los que la
pisan con cada nueva reforma), ya que es bien sabido por la sociedad colombiana
que, el modo de operar de los uniformados que componen este cuerpo represor,
atenta primeramente en contra del derecho constitucional que garantiza el uso
de la protesta en lugares públicos (art.37),
realizando cuanta artimaña se le ocurre con el objetivo de deslegitimar toda
manifestación pacífica, llegando inclusive a infiltrar a algunos de sus integrantes
en ellas, para provocar desmanes y con esto justificar su accionar violento y
desproporcionado en contra de la población civil.
Paradójicamente, los
uniformados disfrazados de robocop que integran el Esmad, en sus diferentes
intentos por atemorizar a la población, desconocen por completo los Derechos
Humanos que supuestamente están llamados a defender, cometiendo siniestros
abusos, que no pueden tener calificativos menores a criminales e inhumanos.
Con base en esto, el
intento de power rangers al que la
policía dio el nombre de Esmad, significa una amenaza permanente para que los
habitantes de Colombia convivan en Paz, puesto que son los más empeñados en
hacer que No se cumplan las condiciones necesarias para el ejercicio de los
derechos y libertades públicas.
¿Será que les
gustaría algo de justicia divina?
Si se
hiciera una revisión de las irreversibles consecuencias que deja en los cuerpos
de las personas que son víctimas del uso excesivo de la violencia del Esmad, y
teniendo en cuenta que la institución de la que hacen parte se declara creyente
en Dios, resultaría interesante apelar al principio jurídico de justicia
retributiva que aparece en el Éxodo del antiguo testamento, mejor conocida como
ley del Talión (ojo por ojo, diente por
diente), aplicando a los policías una pena idéntica por los delitos que
cometen, por lo que podríamos citar ejemplos tales como:
*Ser
arrojado desde un puente peatonal.
*La
pérdida de los ojos y las mutilaciones de las extremidades a causa de los
explosivos ilegales, mejor conocidos como recalzadas, que utiliza el Esmad.
*Dispararle
un gas lacrimógeno en el rostro desde una distancia de un metro.
*O
como en el caso de la tortura a un estudiante boyacense que se solidarizó con
el Paro Nacional Agrario, al que el Esmad arbitrariamente privó de su libertad
encerrándolo dentro de una tanqueta, mientras varios uniformados lo golpeaban
en repetidas ocasiones, provocándole una herida de gravedad en la cabeza,
posteriormente le arrojan gas pimienta en los ojos y en la boca, y no saciando
su ambición de provocar daño, intentan violarlo con un bolillo y amenazan con
arrojarlo por un barranco de aproximadamente 25 metros de altura.
Esmad = No
garantía de los principios y derechos fundamentales
Arbitraria y
sínicamente, las fuerzas armadas del Estado, por medio de su entramado
legislativo, logran pasar por alto el artículo cuarto de la constitución, en el
cual se establece que: La constitución es
norma de normas. En todo caso de incompatibilidad entre la Constitución y la
ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales;
lo cual representa un peligro inminente para
la sociedad colombiana al ver como se continúa permitiendo que las fuerzas
armadas se constituyan en verdaderos mercenarios al servicio del gobierno de
turno.
Si la Paz es un
Derecho y un deber de obligatorio cumplimiento, como lo reza la constitución en
su art.22, y si fuera cierto que la
policía nacional desea que los colombianos vivamos en Paz, lo más lógico y
coherente que tendría que hacer es desmontar ese aparato represor, al que
recurriendo a eufemismos para hacerlos inmunes a la constitución, denominan
como fuerza de acompañamiento y contención, y con esto estarían facultados por
las leyes para burlar y pasar por encima, tanto del art.22 de la constitución,
como de los art.11., 12. y 37.; Sumado a lo anterior, el blindaje que les
profiere la ley, también los protege cuando se les denuncia por los actos de
terrorismo que realizan, cuando cometen hechos vandálicos al destrozar las
pertenencias de los manifestantes, orinándoles la comida o arrojándole
gasolina, cometiendo robos y saqueos, o asesinando, disparando armas de fuego
contra personas armadas únicamente de valentía.
¿Con nuestros
impuestos están financiando el negocio de la guerra?
Colombia es considerada
el cuarto país en el mundo que más gasta en comprarle a la empresa Combined Systems, y es que la policía
nacional no escatima en gastos para suministrar a los integrantes del Esmad lo
que ellos llaman “municiones tácticas y dispositivos de control de masas” o
“armas no letales”:
*
$27.183:
Cada cartucho de gas lacrimógeno (a pesar de que la ONU lo clasifica como un
arma química).
*
$43.880:
Cada granada de humo blanco.
*
El gobierno nacional a través de la policía nacional firmó un contrato en 2007
con los representantes legales de Combined Systems por US $2.262.936,
y ese contrato ha sido extendido y adicionado hasta nuestros días, en
cantidades multimillonarias.
*Otro
contrato del fondo rotatorio de la policía, indica que Colombia le compró a
Combined Systems, fusiles lanza gases por $242.604.960.
Conviene recordar que
ese dinero proviene de los bolsillos de los colombianos, es decir, que pagamos
para que el Esmad nos reprima brutalmente cada vez que nos vemos obligados a
salir a las calles a manifestar nuestro inconformismo, a visibilizar nuestras
justas luchas, nuestras justas exigencias y reclamos, por lo que cabe resaltar
la heroica resistencia de colombianas y colombianos a pesar de todas las
dificultades a las que se enfrentan en las repetidas ocasiones en que la única
respuesta hostil que les da el gobierno opresor es la militarización y la violencia
ilimitada del Esmad.
El ministerio de guerra
ha dejado claro que así como no escatiman en gastos para que nunca venzamos a
la resignación que nos mantiene sumisos pretendiendo que ignoremos la
indignación que nos produce este mal gobierno de más de 500 años, tampoco
escatiman en realizar acciones criminales, como si se sintieran orgullosos de
ser un enemigo del Pueblo, invitándonos a respetar y tolerar a punta de bolillo
y patadas.
Además, resulta
particularmente curioso que el Estado Colombiano alardee de ser garante y
protector de los Derechos Humanos pero casualmente se les olvida mencionar – también
como un derecho fundamental en la actual constitución – que la violación a
los Derechos Humanos puede ser causal de compeler – al Pueblo – al supremo
recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión (Preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos).
Por lo que es responsabilidad de todos los colombianos reivindicar nuestros
derechos y libertades.
Por una
Colombia en Paz
Consecuentemente, el
aparato represor conocido comúnmente con el nombre de Esmad, no tendría cabida
en una Colombia verdaderamente democrática que anhela la Paz con Justicia
social; porque cabría recordarles a los uniformados que el respeto es mutuo o
si no se llama violencia, que nada justifica su accionar delictivo e inhumano,
que aquella recortada consigna maquiavélica, de la cual ellos se valen, de que
el fin justifica los medios, no seguirá siendo soportada, porque para ellos el
fin es que obedezcamos ciegamente para que sigan gobernando los mismos igual de
mal.
Si los señores de saco y corbata que dicen
representar los intereses del pueblo realmente están comprometidos con la Paz,
lo correcto es que no cohíban nuestros Derechos y Libertades imponiéndonos a
los indeseables para cualquier democracia: el Esmad.