Comandantes del Ejército de Liberación Nacional y de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia se reunieron en el presente mes de
septiembre para analizar la actual situación del capitalismo mundial,
hacer una caracterización del régimen colombiano y pronunciarse sobre la
paz sobre la cual plantean que no puede ser bajo a rendición y entrega
de la guerrilla, a la vez que rechazan el Marco Jurídico para la Paz.
jueves, 27 de septiembre de 2012
martes, 11 de septiembre de 2012
Los generales civiles del golpe de Estado chileno
No parece haberse explorado a fondo el papel que jugaron los civiles en
la conspiración que a lo largo de más de tres años culminó con el golpe
militar de septiembre de 1973, cuando se abrió la puerta a una dictadura
que cambió profundamente a Chile. Los “generales civiles” no trepidaron
en producir el caos y, luego, respaldar sin mayores escrúpulos las
atrocidades salvajes que se prolongaron diecisiete años. Muchos de ellos
se enriquecieron y hasta hoy eluden responsabilidades y vergüenzas. Se
las ingeniaron para empujar a los militares y para ejecutar la política
que más convenía a los intereses de la oligarquía.
A la cabeza de la conspiración estuvo Agustín Edwards Eastman, ya entonces director propietario de la cadena El Mercurio
y cabeza de un grupo económico. Edwards sufrió una verdadera conmoción
por el triunfo de Salvador Allende y la derrota del candidato
derechista, Jorge Alessandri. Había creído en las encuestas y en las
opiniones de Edward Korry, embajador de Estados Unidos. Las peores
pesadillas parecían materializarse. El Mercurio había planteado
que la decisión del pueblo se daba entre democracia y comunismo. Había
triunfado el comunismo. Y eso era lo que temía Edwards. Dos años antes,
cuando el general Roberto Viaux se había acuartelado en el Regimiento
Tacna tratando de derribar al presidente Eduardo Frei Montalva, el dueño
de El Mercurio -según se dice- conspiró en las sombras. Y para asegurarse, había viajado a Estados Unidos.
miércoles, 5 de septiembre de 2012
lunes, 3 de septiembre de 2012
Acuerdo General para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera
Los delegados del gobierno de la república de Colombia, gobierno nacional, y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP):
Como resultado del encuentro exploratorio que tuvo como sede en la Habana, Cuba, entre febrero 23 del 2012 y agosto del 2012, y que contó con la participación del gobierno de la república de Cuba y del gobierno de Noruega como garantes, y con el apoyo del gobierno de la República Bolivariana de Venezuela como facilitador de logística y acompañante.
Con la decisión mutua de poner fin al conflicto como condición esencial para la construcción de la paz estable y duradera, atendiendo el clamor por la paz y reconociendo que:
La construcción de la paz es un asunto de la sociedad en su conjunto que requiere de la participación de todos, sin distinción; que el respeto a los DDHH en todos los confines del territorio nacional es un fin del Estado que debe promoverse; el desarrollo económico con justicia social y en armonía con el medio ambiente es garantía de paz y progreso.
El desarrollo social con equidad y bienestar, incluyendo las grandes mayorías, permite crecer como país; una Colombia en paz jugará un papel activo y soberano en la paz y el desarrollo regional y mundial. Es importante ampliar la democracia como condición para lograr bases sólidas de la paz; con la disposición total del gobierno nacional y de las FARC-EP de llegar a un acuerdo y la invitación a toda la sociedad colombiana, así como a los organismos de integración regional y a la Comunidad Internacional, a acompañar este proceso;
Hemos acordado:
Como resultado del encuentro exploratorio que tuvo como sede en la Habana, Cuba, entre febrero 23 del 2012 y agosto del 2012, y que contó con la participación del gobierno de la república de Cuba y del gobierno de Noruega como garantes, y con el apoyo del gobierno de la República Bolivariana de Venezuela como facilitador de logística y acompañante.
Con la decisión mutua de poner fin al conflicto como condición esencial para la construcción de la paz estable y duradera, atendiendo el clamor por la paz y reconociendo que:
La construcción de la paz es un asunto de la sociedad en su conjunto que requiere de la participación de todos, sin distinción; que el respeto a los DDHH en todos los confines del territorio nacional es un fin del Estado que debe promoverse; el desarrollo económico con justicia social y en armonía con el medio ambiente es garantía de paz y progreso.
El desarrollo social con equidad y bienestar, incluyendo las grandes mayorías, permite crecer como país; una Colombia en paz jugará un papel activo y soberano en la paz y el desarrollo regional y mundial. Es importante ampliar la democracia como condición para lograr bases sólidas de la paz; con la disposición total del gobierno nacional y de las FARC-EP de llegar a un acuerdo y la invitación a toda la sociedad colombiana, así como a los organismos de integración regional y a la Comunidad Internacional, a acompañar este proceso;
Hemos acordado:
Suscribirse a:
Entradas (Atom)